En el otoño, el ejército ucraniano se adentraba en la ciudad de Kherson, empujando hacia atrás a las tropas rusas que habían tomado la ciudad después de que el gobierno de Vladimir Putin lanzara una invasión a Ucrania.
Durante un periodo de cinco días, un grupo de rusos armados pero vestidos de civiles llegaron en un camión al Museo Regional de Arte de Kherson y se llevaron más de 11,000 piezas de arte, incluyendo pinturas, esculturas y otras obras de Ucrania y de diversas partes del mundo, según contó Alina Dotsenko, directora del museo.
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“Era obvio que estaba todo planeado. La decisión de saquear el museo no se hizo en el momento. Se planificó cuidadosamente”, dijo Dotsenko.
El robo fue verificado por académicos independientes y organismos de derechos humanos. La evidencia sugiere que no fue un caso aislado, sino que las fuerzas rusas están robando de forma sistemática piezas de arte y artefactos culturales de Ucrania a una escala que no se ve en Europa desde los saqueos nazi de la Segunda Guerra Mundial, según investigadores y expertos.
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