Suiza

Detienen a varias personas en Suiza en relación con muerte en “cápsula de suicidio”

Exit International, un grupo de suicidio asistido con sede en los Países Bajos, ha dicho que está detrás del dispositivo impreso en 3D cuyo desarrollo ha costado más de un $1 millón.

GINEBRA —La policía en el norte de Suiza hizo varias detenciones y abrió una pesquisa en relación con la supuesta muerte de una persona en una nueva “cápsula de suicidio”, según anunció el martes.

La cápsula de suicidio “Sarco”, que nunca se había utilizado antes, está diseñada para permitir a una persona que esté en un asiento reclinado en el interior pulsar un botón que inyecta gas nitrógeno en la cámara sellada. Entonces se supone que la persona se queda dormida y muere por asfixia en unos pocos minutos.

La fiscalía en el cantón de Schaffhausen fue informada por un bufete de abogados de que se había producido un suicidio asistido que implicaba el empleo de la cápsula Sarco el lunes, cerca de una cabaña en el bosque en Merishausen, indicó la policía en un comunicado.

“Varias personas” fueron detenidas y la fiscalía abrió una pesquisa sobre sospecha de incitación y complicidad en un suicidio, añadió el comunicado.

El periódico holandés Volkskrant reportó el martes que la policía había detenido a uno de sus fotógrafos, que quería tomar fotos del uso del Sarco. Señaló que la policía de Schaffhausen había dicho que el fotógrafo estaba retenido en una comisaría, pero no dio más explicaciones.

AP contactó con el periódico, que declinó hacer más comentarios.

Exit International, un grupo con sede en Holanda que apoya el suicidio asistido, ha dicho ser responsable del dispositivo, fabricado con impresión 3D y cuyo desarrollo costó más de un millón de dólares.

En un comunicado, el grupo indicó que una mujer de 64 años del centro norte de Estados Unidos cuyo sistema inmune estaba gravemente comprometido había muerto el lunes por la tarde cerca de la frontera alemana utilizando el dispositivo Sarco. No dio más detalles sobre la persona.

Florian Willet, copresidente de The Last Resort, una filial suiza de Exit International, era la única persona presente y describió su muerte como “tranquila, rápida y digna”, añadió la organización.

El doctor Philip Nitschke, un médico de formación nacido en Australia y que dirige Exit International, ha dicho a AP que su organización ha recibido asesoría de abogados en Suiza sobre que el uso del Sarco sería legal en el país.

En el comunicado de Exit International el martes, Nitschke dijo estar “satisfecho de que el Sarco funcionó exactamente como se había diseñado (...) para proporcionar una muerte elegida, sin fármacos, pacífica en el momento elegido por la persona”.

La ley suiza permite el suicidio asistido siempre que la persona acabe con su vida sin “asistencia externa”, y que las personas que ayudan al fallecido no lo hagan por “ningún motivo de interés personal”, según un sitio web del gobierno.

Suiza es uno de los pocos países del mundo al que los extranjeros pueden viajar para poner fin a sus vidas de forma legal, y es la base de varias organizaciones dedicadas a ayudar a la gente a suicidarse.

Algunos legisladores suizos han alegado que la ley no está clara y han pedido que se cierren lo que describen como lagunas legales.

La ministra de Salud, Elisabeth Baume-Schneider, recibió una pregunta el lunes en el parlamento suizo sobre las condiciones legales para el uso de la cápsula Sarco, y sugirió que su uso no sería legal.

“Por un lado, no cumple los requisitos de la ley de seguridad de productos, y como tal, no debe entrar en circulación”, dijo. “Por otro lado, el uso del nitrógeno no es compatible con el artículo correspondiente en la ley de productos químicos”.

Si tú o alguien que conoces tiene pensamientos suicidas, existen recursos para obtener ayuda. La Línea Nacional de Prevención del Suicidio está disponible las 24 horas del día con recursos en español a través del 1-800-273-8255 y en su sitio web ofrece servicios que incluyen un chat en vivo.
Pulsa aquí para más información.

El diario suizo Blick reportó en julio que Peter Sticher, un fiscal estatal de Schaffhausen, escribió a los abogados de Exit International para indicarles que cualquier operador de la cápsula de suicidio podría enfrentar un proceso penal en la región si se utilizaba allí, y que una condena podría suponer hasta cinco años de prisión.

Fiscales de otras regiones suizas también han indicado que el empleo de la cápsula de suicidio podría suponer cargos.

Durante el verano, una mujer estadounidense de 54 años con múltiples problemas de salud había planeado ser la primera persona en utilizar el dispositivo, pero esos planes fueron cancelados.

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Los periodistas de Associated Press Mike Corder en La Haya, Holanda, y Geir Moulson en Berlín contribuyeron a este despacho.

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