SEÚL, Corea del Sur — El número de muertos a causa de la avalancha humana durante las celebraciones de Halloween en Seúl el pasado 29 de octubre ha aumentado a 158, según informaron el domingo las autoridades surcoreanas.
Se trata de uno de los mayores desastres en Corea del Sur que probablemente generará serias dudas sobre las normas de seguridad pública. Mientras encabezaba una reunión con su gabinete, el presidente Yoon Suk-yeol pidió este martes reforzar las medidas de seguridad para evitar accidentes multitudinarios, reportó su oficina.
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Hoy se reportó el fallecimiento de una mujer en la veintena, según detalló el Mando de Desastres y Contramedidas de Emergencia. A este deceso se suma el de un soldado, también en la veintena, el pasado 11 de noviembre.
La mayor parte de los 158 fallecidos, entre los que se cuentan 26 extranjeros, son mujeres (102) y también personas entre los 20 y los 30 años (105).
El suceso ha dejado también 31 heridos de gravedad, de los cuales 10 aún permanecen hospitalizados.
Entre los extranjeros se cuentan ciudadanos de Rusia, Irán, China, EE.UU., Japón, Noruega, Sri Lanka, Austria, Vietnam, Uzbekistán, Kazajistán o Francia y los cuerpos de 24 de ellos ya han sido repatriados.
"NO HICIMOS LO SUFICIENTE"
El jefe de policía de Corea del Sur, Yoon Hee-keun, admitió el martes que la policía no hizo lo suficiente para evitar la trágica multitud de Itaewon.
Prometió una investigación y una auditoría internas severas dentro de la policía relacionadas con las muertes trágicas del aplastamiento de la multitud de Itaewon, así como una investigación rápida de lo que sucedió.
“Voy a llevar a cabo una investigación exhaustiva y una auditoría sin exenciones para llegar al fondo de este accidente y obtener una imagen clara de lo que sucedió de la manera más rápida y severa posible”, dijo el jefe de policía en una sesión informativa especial sobre incidente.
“En particular, ahora veo que la policía no ha respondido adecuadamente a las numerosas llamadas al 112 justo antes de que ocurriera el accidente”, dijo Yoon. “Voy a verificar minuciosamente lo que dijeron las llamadas de la policía y si los agentes de policía respondieron adecuadamente”.
“Para garantizar que la verificación de la verdad sea transparente, estableceré una oficina especial independiente para que esté a cargo”, agregó Yoon.
La tragedia se produjo cuando decenas de miles de personas celebraban Halloween el pasado 29 de octubre en el barrio de Itaewon y la concentración de gente entre una calle peatonal repleta de bares y un estrecho callejón perpendicular a esa vía produjeron una avalancha humana en la citada calleja, de entre 3 y 4 metros de ancho.
La avalancha humana es la peor tragedia que ha golpeado a Corea del Sur desde el hundimiento en 2014 del ferri Sewol, en el que perdieron la vida 304 personas, la mayoría de ellos estudiantes de secundaria.
IDENTIFICAN A LAS VÍCTIMAS MORTALES
Prácticamente todas las víctimas mortales han sido identificadas, y entre ellas hay una mayoría de mujeres (98), la mayor parte de entre 20 y 30 años, y 26 ciudadanos y ciudadanas con pasaportes extranjeros.
Se trata de personas de nacionalidad iraní (5), china (4), rusa (4), japonesa (2), estadounidense (2), además de un uzbeko, un esrilanqués, un francés, un australiano, un noruego, un tailandés, un austriaco, un vietnamita y un kazajo.
Además, entre los lesionados hay tres mexicanas, de las que la embajada de ese país en Seúl ya dio constancia.
Una de ellas, Juliana Velandía Santaella, estudiante de medicina de 23 años que se encuentra de intercambio en Corea del Sur, relató cómo quedó atrapada en el callejón donde sucedió el tumulto durante al menos 30 minutos sin poder mover ni un músculo de cuello para abajo y sin apenas poder respirar.
"En un punto mis pies ya no estaban tocando el piso, ya había cuerpos debajo de mí. Había un muchacho que estaba inconsciente y me estaba aplastando y mis piernas estaban resultando tan aplastadas que dejé de sentirlas. Yo juré en un momento dado que iba a perder las piernas, que me las iban a romper... Que nunca más las iba a poder mover", relató.
Ella y su amiga, también mexicana, pudieron ser rescatadas del callejón, pero encaran ahora secuelas físicas y de momento nadie les ha hablado de asistencia psicológica.
LA TRAGEDIA OCURRIÓ EN UN BARRIO DE LA CAPITAL DE COREA DEL SUR
Choi Seong-beom, jefe del Departamento de Bomberos de Yongsan, en Seúl, dijo que el número de decesos podría aumentar y que una cifra no especificada de heridos se encontraba en estado crítico tras la estampida del sábado por la noche en Itaewon.
Indicó que los cadáveres estaban siendo enviados a hospitales y a un gimnasio, a donde los familiares en duelo pueden acudir a identificarlos. Anteriormente había señalado que la mayoría de los muertos y heridos tienen alrededor de 20 años.
Se desplegaron más de 1,700 miembros del personal de respuesta de todo el país, entre ellos alrededor de 520 bomberos, 1,100 policías y 70 trabajadores del gobierno.
La Agencia Nacional de Bomberos afirmó en un comunicado que todos los trabajadores de emergencia disponibles en Seúl han sido asignados al incidente.
Se estima que unas 100,000 personas se congregaron en Itaewon —cerca de un ex cuartel general de las fuerzas militares de Estados Unidos en un área conocida por sus bares, clubes nocturnos y restaurantes de moda— para las festividades de Halloween al aire libre más grandes del país desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
El gobierno surcoreano alivió las restricciones de COVID-19 en meses recientes.
Un sobreviviente declaró que muchas personas cayeron al piso y se derrumbaron entre sí “como fichas de dominó” después que otras las empujaran en un estrecho callejón cuesta abajo cerca del Hotel Hamilton de Itaewon.
El sobreviviente, de apellido Kim, dijo que algunas personas gritaban ”¡Ayúdenme!” y otras se quedaban sin aliento.
Kim describió haber sido pisoteado por otras personas durante aproximadamente una hora y media antes de ser rescatado, según el periódico Hankyoreh de Seúl.
Imágenes de televisión y fotos del lugar mostraron ambulancias en las calles en medio de una fuerte presencia policial y a socorristas sacando a los heridos en camillas.
También se vio a trabajadores de emergencias e incluso a transeúntes realizando reanimación cardiopulmonar a personas que yacían en las calles.