MÉXICO - En este hogar las responsabilidades se comparten entre todos, juntos buscan en qué entretenerse y cómo alejar todo lo malo que puede generar el encierro en medio de la pandemia por COVID-19.
"Mientras estás ocupado, el estrés se olvida", asegura Arturo Trejo, un padre de familia.
Pero en muchas casas mexicanas, las cosas son muy distintas. Diversas oficinas gubernamentales y organizaciones sociales aseguran que el aislamiento está provocando que se dispare el número de llamadas que reportan violencia familiar en todo el país.
"Mi mamá tiene miedo y no estoy ahorita en el país, yo estoy en Alemania".
Esa llamada fue recibida en el call center del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia. En ella la mujer denuncia que en medio del confinamiento, su hermano agrede física y mentalmente a su madre.
"La tiene amedrentada, está ahí sola", dice la mujer desde el otro lado del mundo.
Y estas denuncias en las que por igual los protagonistas son padres, madres e hijos, indica el presidente de ese organismo, se están sumando al ya de por sí alto índice de agresiones de este tipo registradas durante marzo.
"Hubo un 70% de aumento de la violencia familiar", asegura Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia.
Las redes de albergues de diversas entidades también llevan un registro puntual del crecimiento de este problema. Revelan que ya están a más del 110% de su capacidad y las solicitudes aumentan cada día.
A esta altura de la cuarentena, las autoridades reconocen que los casos de violencia intrafamiliar han aumentado de manera alarmante y los expertos prevén que este fenómeno podría crecer hasta en un 92% en las próximas semanas.
El psicoterapeuta José Grajales confirmó que lo que está ocurriendo puede considerarse un proceso natural, producto de la angustia, la desesperación y el miedo a lo que pasa y sobre todo al futuro inmediato.
"Puede salir de cuestiones de cada individuo que no conocíamos, de nuestra pareja, de algún miembro de nuestra familia", detalla Grajales.
Ante ello están surgiendo diversas campañas que intentan que la cuarentena no sea motivo para que los hogares se conviertan en verdaderos infiernos.