CIUDAD DE MÉXICO - La lentitud en el avance de la vacunación contra COVID-19 y el manejo de la pandemia por el gobierno federal son utilizados por la oposición como arma electoral para ganar adeptos, pero todo indica que no es un tema trascendental para el electorado, según coinciden varios especialistas.
Martha Singer, politóloga y especialista en temas electorales, sostiene que la pandemia como tal "no es hoy un tema central" de las campañas políticas.
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No obstante, aceptó que ha sido un "ingrediente" para la débil oposición que no encuentra todavía un eje articulador de su discurso más allá de ese rechazo visceral de "todo está mal".
Singer señaló que uno de los principales argumentos de los partidos opositores es que la gente no está recibiendo la atención adecuada, "que las vacunas no están llegando".
Sin embargo, resaltó que esta situación se está viviendo en muchos lugares del mundo y "no es muy claro ni para México, ni para la humanidad cuándo y cómo vamos a salir de este proceso tan caótico y complejo", puntualizó.
Explicó que la situación mundial que se vive actualmente "impide" que el tema de la pandemia sea un asunto de campaña pues "no se ha construido un argumento alternativo sólido que nos explique cómo es que llegamos a tener esta situación de deterioro de los servicios de salud", dijo.
Ya en diciembre cuando los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) oficializaron su alianza para las elecciones del 6 de junio, dejaron ver que la gestión de la pandemia sería una de sus armas de campaña electoral.
Sin embargo, Singer estima que la pandemia no ha podido ser un tema central porque "sí han funcionado los flujos de vacunación" y se aceptó "tácitamente" el plan de inmunización planteado por el gobierno federal.
LAS VACUNAS TIENEN UN COMPONENTE POLÍTICO
Xavier Tello, médico cirujano y consultor en comunicación en salud, señaló que en "todos los países del mundo la vacunación tiene hoy un componente político".
"Lo tuvo para (Donald) Trump, para (Vladimir) Putin, lo tiene ahora para el presidente (Joe) Biden y hoy para el presidente (López Obrador) y su administración, pero eso va a ser en todo el mundo", afirmó.
No obstante, descartó que la aplicación de las vacunas pueda usarse como un arma electoral a pesar de que la gente "no está encantada" por la lentitud con la que avanza la inoculación en el país, pues hasta ahora, cerca de 30 millones de mexicanos, entre personal de salud, adultos mayores y profesores, han sido vacunados.
Recordó que el plan de vacunación lleva un retraso de seis semanas respecto a las primeras estimaciones, además de que muchos grupos de edad siguen con la incertidumbre de cuándo serán inmunizados.
Es por ello que el ritmo del proceso de vacunación no va a influir en la toma de decisión acerca de a quién votar en los comicios del 6 de junio.
Sin embargo, la mayoría de mexicanos "no está contenta, porque hubieran querido tener más y mejor acceso a la vacunación", lo que podría influir quizá en la percepción que se tiene del manejo de la pandemia por parte del gobierno federal.
POLÉMICA GESTIÓN
De acuerdo con el estudio "La respuesta de México al COVID-19" elaborado por el Instituto de Ciencias de la Salud Global, el actual plan de inmunización está sometido a "consideraciones partidistas y electorales" que han incidido en que no se pueda avanzar más rápidamente.
Desde el inicio de la pandemia, los choques entre los gobernadores opositores y el gobierno federal fueron evidentes.
Por un lado, buscaron confrontar la estrategia de la secretaría de Salud al imponer medidas sanitarias más restrictivas que las de la administración central y, ante la posible llegada de las vacunas, acusaron al presidente de querer "monopolizar" el acceso al biológico.
Sin embargo, el gobierno ha defendido la gestión centralizada de la vacuna, primero porque solo está aprobado su uso de emergencia y por ello no puede comercializarse aún y, además, por los acuerdos que ha gestionado con organismos como el Covax para adquirir las vacunas.
Asimismo, hay quienes han acusado el uso electoral de la vacuna, lo que ha sido rechazado por López Obrador al tiempo que ha reiterado que habrá suficientes dosis para los más de 126 millones de mexicanos.