CIUDAD DE MÉXICO - Cientos de personas buscan entre el lodo y el agua las pocas pertenencias que las fuertes lluvias de estos días les dejaron en el municipio mexicano de Tula, donde las inundaciones causaron al menos 14 muertos en un hospital y miles de damnificados.
Las calles de esta ciudad ubicada a unas 43 millas de la Ciudad de México lucen llenas de colchones, muebles y electrodomésticos llenos de fango, que quedaron inservibles tras las inundaciones que, según los pobladores, alcanzaron nueve pies de altura.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. >Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Chicago aquí.
Familias que lo perdieron todo no pueden contener las lágrimas. "Salimos con lo que traíamos puesto y nos quedamos sin nada", dicen algunos de los habitantes.
Leticia Jiménez ha tenido que romper la puerta de la casa de sus padres para entrar al inmueble ubicado a unos metros del río Tula, que se desbordó la madrugada del martes pasado y dejó, además de la de Leticia, cientos de viviendas bajo el agua.
"Mire hasta aquí llegó el agua, son unos dos metros y medio", muestra a Efe.
En medio del lodo, apunta los muebles ya inservibles que permanecen flotando y que todavía no sabe cómo va a sacar, pues aunque ha pedido ayuda a los miembros de la Guardia Nacional no la ha recibido todavía.
México
Las últimas historias de México. Entérate de las noticias de hoy.
El jueves, la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, informó que al menos hay 31,000 personas afectadas por la inundaciones registradas esta semana en el céntrico estado de Hidalgo.
Para los habitantes más longevos de este municipio, esta es la peor catástrofe de los últimos 40 años en la zona, con un saldo de 14 muertos y miles de personas que tuvieron que ser evacuadas.
ASEGURAN QUE AUTORIDADES NO AVISARON
Mientras caminan entre lo que solía ser el comedor de la vivienda y que hoy está lleno de lodo y basura, los habitantes lamentan no haber sido avisados con anticipación del peligro que representaba el crecimiento del río que se desbordó.
"Creo que deberían haber avisado para que todos pudiéramos salir, porque no tuvimos aviso de las autoridades de vocear que había sido una presa o que venía una tromba, no avisaron nada", dice Rosana Jiménez, hermana de Leticia y que también perdió su casa.
Afirma que la crecida del río fue muy rápida, pues en alrededor de 20 minutos alcanzó más de seis pies, por lo que apenas pudieron salir.
La de Rosana, como las casas de casi toda la familia Jiménez, está ubicada en el centro de Tula, a escasos metros de un hospital público del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lugar en el que el martes murieron 14 pacientes, donde todavía trabajan miembros del Ejército y la Guardia Nacional para sacar el agua que ha quedado estancada.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió esta semana a pobladores de Tula que vayan a albergues ante la posibilidad de un nuevo desbordamiento del río Tula.
Sin embargo, los afectados no quieren abandonar lo poco que les queda pues afirman que en algunos casos han sufrido el robo de sus pertenencias.
Jesús Garrido tenía un negocio de fotografía que había forjado con 32 años de trabajo, y tras las inundaciones, dice, lo ha "perdido todo". Además, comenta, su casa que estaba a unos metros del negocio también terminó inundada, por lo que suplica a las autoridades ayuda.
"Quiero pedirle la ayuda al Gobierno federal y estatal, y decirles que por favor no nos vayan a mandar 10,000 pesos o 15,000 pesos ($503 o $754 dólares), que no vayan a salir con eso", indica.
Los damnificados aseguran que hasta ahora no han recibido ayuda de las autoridades pese a que López Obrador aseguró que "se está actuando, apoyando a la población, desde los primeros momentos se está actuando".