LOS ÁNGELES - La imagen que Sochil Martin tenía del líder de la iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, de un gran apóstol de Dios al que ella obedecía ciegamente se ha desvanecido quedando tan solo, en su opinión, la figura de un “criminal” que debe pagar por todo el daño que ha hecho.
En entrevista, Martin relató cómo tras vivir casi 30 años como integrante de La Luz del Mundo y llegar a ser asistente de su máximo líder, se convirtió en la primera mujer en denunciarlo en Estados Unidos por abuso sexual y alentar a que se le investigara.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. >Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Chicago aquí.
García está detenido en Los Ángeles, California, desde el 2 de junio de 2019 por múltiples acusaciones de abuso sexual a menores, pornografía infantil y tráfico humano.
Su juicio debía comenzar este lunes, pero en una audiencia preliminar hace unos días sus abogados pidieron más tiempo para preparar su defensa.
Fue precisamente en esa audiencia en la que, después de cinco años de no verlo, Martin se volvió a encontrar con el que fue su líder espiritual, su jefe, y, según su denuncia, su abusador.
“Yo vi un criminal, un hombre nada”, dijo Martin sobre el líder de la iglesia, que tiene presencia en cerca de 60 países.
Añadió que vio a “un niño quebrado, un niño que en su momento también fue abusado, que se crio en una institución muy terrible”, pero que tomó decisiones incorrectas y “no paró el ciclo de abuso de su papá”, Samuel Joaquín, a quien sucedió en el liderazgo de la iglesia.
EL ÚLTIMO ABUSO
Martin, ahora de 34 años, asegura que desde que tenía 16 años comenzó a sufrir abusos “en todos los aspectos” de García. El último que recuerda fue en 2016, cuando Martin fue a despedirse porque el líder religioso se iba de viaje y ella le dijo que lo extrañaría. Esas palabras serían el detonador de otra agresión sexual.
“Me dijo ‘Compruébame cuánto me vas a extrañar’. En ese momento me volteó y abusó de mi persona”, relató visiblemente dolida por lo sucedido.
Para 2016 ella ya estaba casada con un miembro de la iglesia y tenía una niña pequeña. Al preguntársele por qué permitía esta clase de situaciones argumenta que para ese momento era una persona “muy quebrada”.
“Yo no sabía que lo que me pasaba era un abuso, y suena ilógico, o tal vez como tonto, pero yo no sabía”, explicó.
Esta confusión, según Martin, es común en un gran número de miembros de la iglesia porque para ellos “eso (el abuso) está bien porque es para el siervo de Dios (Joaquín García)”.
De acuerdo con la mujer, que pertenece a la cuarta generación de miembros de su familia integrantes de La Luz del Mundo, este adoctrinamiento comienza desde que los miembros son de corta edad.
“Desde muy chiquitos te enseñan, te leen textos (de la Biblia) y te hacen creer que lo que estás haciendo no es nada malo, (que) es una corona en el cielo”, alertó Martin, que en una demanda civil presentada en Los Ángeles acusa a los líderes de la iglesia de obligarla a reclutar a otras jóvenes para que también atendieran al líder de la iglesia en sus deseos.
INSISTEN EN LA INOCENCIA DEL LÍDER
Pese a la naturaleza de las 19 acusaciones y las pruebas presentadas en audiencias preliminares del estado de California contra el líder religioso, sus feligreses alrededor del mundo parecen mantenerse firmes a su lado.
En una declaración enviada el pasado 17 de septiembre, la iglesia argumentó su inocencia, resaltando que después de dos años la Fiscalía General de California finalmente accedió a proporcionar a la defensa “pruebas exculpatorias" que había ocultado desde el inicio del caso.
"Su conducta (de los fiscales) ilustra su desesperación por salvar una investigación inadecuada y una acusación dañada", argumenta en el comunicado.
Al respecto, Martin opina que la insistencia de los directivos de la iglesia sobre la inocencia de García está relacionada con la parte económica: “La iglesia para ellos es su banco que los ayuda. No están ahí ni por Naasón ni por la iglesia; están ahí por mantener vivo el negocio”.
Agregó que “muchas cosas se hacen por conveniencia” económica y política, destacando que la iglesia tiene empresas en diferentes países como México, Colombia y Estados Unidos.
“Gente poderosa como ellos (los altos miembros de la iglesia) comete delitos como estos y hacen tanto daño porque pueden y porque tienen gente que los ayuda y que silencia (a otros) por ellos”, aseveró Martin.
La Luz del Mundo, que tiene su sede internacional en Guadalajara, México, fue fundada en 1926 por Aarón Joaquín, abuelo de Naasón. Actualmente dice tener unos cinco millones de miembros alrededor del mundo que esperan que el “Apóstol”, como los miembros llaman a Joaquín García, salga de la cárcel.
Sin embargo, tendrán que esperar al menos hasta el 9 de mayo de 2022, cuando comenzará el juicio en su contra en Los Ángeles. Hasta entonces García permanecerá detenido ya que su fianza fue fijada en $90 millones, la más alta en la historia de California.
FIRME EN SU LUCHA
Martin, que espera asistir al juicio, afirma que seguirá constante en la lucha, denunciando los abusos cometidos en la que era su iglesia, y alentando a otros miembros a unirse a su causa y lograr que se haga justicia.
“No me siento en lo más mínimo cansada”, aseguró. No obstante, Martin advierte sobre el poder que García puede llegar a tener si queda en libertad.
“Mientras esté en la cárcel no me da miedo. Si sale es otra historia”, acotó.