El Departamento de Justicia de Estados Unidos hizo público hoy los resultados de una investigación hecha a profundidad sobre las prácticas del Departamento de Policía de Chicago.
La investigación concluyó que reiteradamente la agencia incurrió en prácticas violatorias de los derechos fundamentales de los residentes de la ciudad, además de operar con sesgos raciales y hacer uso excesivo de la fuerza, según información provista por Loretta Lynch, fiscal general.
Esas prácticas incluyen:
- Disparar a sospechosos que huyen y no presentan amenaza inmediata
- Disparar a vehículos sin justificación
- Uso de armas letales de menor fuerza, incluyendo pistolas paralizantes o Tasers, contra personas que no representan amenaza.
- Uso de fuerza como represalia para castigar a individuos y uso excesivo de fuerza contra menores de edad.
También, indicó que había una deficiencia en lo que a entrenamiento corresponde y fallas para la penalización de las faltas de los oficiales. Lynch dijo que hay una "deficiente supervisión que lleva a la baja de la moral de los oficiales y erosiona su sentido de responsabilidad".
Según el informe los siguientes puntos contribuyeron al patrón de uso excesivo de fuerza de parte de los agentes:
- No poner en práctica técnicas de mediación o intervención de crisis para resolver situaciones sin uso de la fuerza.
- Emplear métodos que innecesariamente represantam una amenaza a los oficiales e inevitablemente culminan en tiroteos y otros uso de fuerza.
- No documentar ni revisar con precisión situaciones en donde se usó fuerza excesiva.
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Al momento de anunciar la investigación en diciembre del 2015, Lynch dijo: "en concreto, examinaremos una serie de asuntos relacionados con el uso exceso de fuerza, incluyendo el uso de fuerza mortal, y disparidades por raza, etnias y otras disparidades en el uso de la fuerza, sus mecanismos de rendición de cuentas, acciones disciplinarias y el manejo de acusaciones de mala conducta".
La investigación también dejó claro que la ciudad y la policía están comprometidos en reformar la agencia implementando estas medidas:
- Creación de la Oficina de Responsabilidad y Revisión Policial, conocida como IPRA.
- Implementación de una nueva política de transparencia que ordena la publicación de videos y otros materiales relacionados con investigaciones de mala conducta de oficiales.
- Programa piloto para que todos los oficiales porten cámaras en sus uniformes.
- Compromiso para establecer una línea telefónica anónima para que los empleados denuncien mala conducta.
La reputación de la policía de Chicago se ha visto empañada por incidentes de brutalidad y uso excesivo de fuerza particularmente en comunidades minoritarias, por lo que el hallazgo de violaciones no resulta inesperado para las autoridades y los habitantes de la ciudad.
Especialmente, ya que la investigación se lanzó a raíz de la muerte del joven afroamericano Laquan McDonald en un tiroteo con agentes.
En el pasado, la revelación de estos reportes ha sido el paso previo para el inicio de conversaciones entre la policía de la ciudad y el Departamento de Justicia, con miras a diseñar y poner en acción un plan de reforma aplicado por la justicia federal.
