Para muchos migrantes, esta Navidad será la primera que celebraran lejos de casa. Es por eso que este sábado la Iglesia Católica Santa Genoveva y San Estanislao, Obispo y Mártir organizó una celebración para ellos.
Entre aplausos y alegría, voluntarios de la Iglesia Católica Santa Genoveva y San Estanislao, Obispo y Mártir recibieron a familias migrantes para una cena navideña este sábado en el vecindario de Belmont Cragin.
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“Para nosotros los migrantes que no tenemos familia aquí pues nos sentimos un poquito en casa compartir con gente de aquí, gente de nuestros orígenes también”,dijo Vanesa Arias, migrante.
Con comida, juegos, entretenimiento y regalos las familias tuvieron la oportunidad de compartir y recordar el propósito de la Navidad.
Nacy quien llegó a Chicago desde Ecuador hace ocho meses, hoy está aquí como voluntaria después de que ella misma recibió la ayuda.
“Aquel día que me invitaron aquí yo le dije hermanita, no quiero ser simplemente una migrante que necesita, yo quiero ayudarle”, dijo Nancy Chiluisa, migrante ecuatoriana.
Para ella, el ayudar es importante porque dice ser parte de sus propios valores y lo que solía hacer en su país.
Se espera que este evento logre reunir a más de 250 migrantes que actualmente se encuentran alojados en diferentes albergues de la ciudad de Chicago.
Con piñatas, rifas y regalos que han sido donados por feligreses y miembros de la comunidad buscan hacer esta Navidad menos difícil.
“Porque para muchos de estos niños, va a ser su primera Navidad fuera de su tierra y pues tratamos con la ayuda del resto de la comunidad hacer lo mejor para que se sientan en casa”, dijo el pastor Diego Cadavid.
La coordinadora de pastoral migratoria, Bárbara Maldonado dijo que siempre reciben donaciones para los recién llegados.
“Todos los meses los segundos sábados donamos ropa, artículos de hogar y otras cositas que nos van llegando de donaciones que llegan. Pero queríamos hacer algo distinto este mes porque los hemos visto sufrir y llorar, dijimos tenemos que dibujar una sonrisa”.
Sonrisa que niños y familias pudieron compartir en una celebración que se llevó a cabo en un país que para ellos es nuevo, pero que ahora llaman hogar.