Una gorra de los Chicago Bulls y una sospecha de las autoridades federales fue suficiente para la deportación de un padre a El Salvador que resultó ser un error.
Una gorra de los Chicago Bulls y una sospecha de las autoridades federales, eso fue suficiente para la deportación de un padre de familia.
En Chicago, los fanáticos de los Bulls ponen el grito en el cielo tras enterarse lo que algunas agencias federales utilizan para asociar a personas con pandillas y posiblemente terminar en proceso de deportación.
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Entre algunos de los elementos que algunas agencias dicen asociar a pandilleros están:
• Gorras o ropa de los Chicago Bulls
• Jerseys de Michael Jordan con el número 23
• Tatuajes de: AK-47, trenes, coronas, calaveras, frases como “Real hasta la muerte”
• Hombres entre 18 y 25 años, con ropa urbana o “streetwear”
“El 12 de marzo, mi esposo Kilmar fue secuestrado y desaparecido por la administración Trump. Han pasado 28 días desde que nuestros hijos lo abrazaron por última vez. Estoy aquí, rogando que su historia no se olvide”, dijo Jennifer Vásquez, esposa de Kilmar Abrego García.
La evidencia que vincula a Kilmar Abrego García con una pandilla, según documentos judiciales, se basaen una gorra de los Chicago Bulls y el testimonio anónimo de un informante.
Aunque no tenía antecedentes penales, fue entregado a inmigración bajo la acusación de ser miembro de la pandilla MS-13.
Sin pruebas concretas, fue deportado este año a una prisión de máxima seguridad en El Salvador.
“Esto no es justo. Este no se merecía”, comentó el congresista Jesús ‘Chuy’ García.
La jueza federal que revisó su caso concluyó que “no había fundamento legal para su arresto ni deportación” y pidió su regreso, pero el gobierno de Trump impugnó la decisión judicial del viernes. Argumentó que García representaba una amenaza para la seguridad nacional.
“Jennifer, tú no estás sola. Este caso demuestra lo peligrosa que puede ser la falta de debido proceso. Hoy estamos aquí por Kilmar, pero también por todos los que podrían ser los próximos”, dijo García.
Hasta este miércoles, Kilmar Abrego García permanece tras las rejas en El Salvador.
Sus abogados afirman que no tiene vínculos con pandillas y que nunca ha cometido ningún delito.