La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica publicó su pronóstico del clima invernal para 2024-25, y los residentes del área de Chicago probablemente necesitarán prepararse para lo que se avecine.
Esto se debe a que el patrón meteorológico dominante en los Grandes Lagos probablemente se verá reforzado por un evento de La Niña de "desarrollo lento" en el Océano Pacífico, según los funcionarios de la NOAA.
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En última instancia, eso resultaría en un invierno "más húmedo de lo normal" en los Grandes Lagos, especialmente en partes de Wisconsin, Illinois e Indiana.
Se espera que ese patrón de La Niña se fortalezca durante el invierno meteorológico, que va del 1 de diciembre al 28 de febrero, y probablemente dirigirá la corriente en chorro predominante más al norte, lo que provocará que más sistemas de tormentas golpeen el área de Chicago.
La gran pregunta será si las temperaturas harán que esa precipitación caiga en forma de lluvia o nieve. En este punto, la NOAA dice que hay “igual probabilidad” de temperaturas superiores o inferiores a la media, lo que por supuesto puede tener un impacto significativo en si llueve o nieva en la región.
Según la NOAA, han implementado una serie de mejoras en las herramientas de pronóstico, incluido un modelo experimental llamado “Índice Probabilístico de Severidad de Tormentas Invernales”. Esos datos se usaron para ayudar con las proyecciones de este año después de que se implementara por primera vez a fines de 2023, según los funcionarios.
Según la Universidad de Illinois, los patrones más fuertes de La Niña pueden producir inviernos que suelen ser “más cálidos y húmedos que el promedio”, con más nieve y tormentas invernales durante esas estaciones. Un fenómeno de La Niña también suele provocar primaveras más frías si el patrón persiste.
En un fenómeno de La Niña, los vientos alisios son más fuertes de lo habitual y empujan el agua cálida lejos de las Américas y hacia Asia. Esto permite un proceso conocido como “afloramiento”, que lleva agua fría a la superficie del océano.
Esas aguas frías provocan la formación de corrientes en chorro polares más al norte, lo que provoca sequías en el sur de los Estados Unidos y más precipitaciones en el Medio Oeste y en el noroeste del Pacífico.
Según las últimas actualizaciones del Centro de Predicción Climática, se prevé que La Niña surja entre los meses de septiembre y noviembre, y se espera que persista al menos durante los meses de invierno.