Lockport

Mujer de Lockport baleada por vecino en ataque por motivos raciales habla por primera vez

Melissa Robertson se encuentra en casa recuperándose después de que le dispararan dos veces, su vecino está acusado del tiroteo y de un delito de odio

Telemundo

Habla por primera vez Melissa Robertson después de que fue baleada en un ataque por motivos raciales por su vecino en Lockport Township.

Melissa Robertson conoce el dolor. Ella también conoce la perseverancia.

"Ayer sacaron las 42 grapas y luego cinco más del lugar donde entró la bala", le dijo a Courtney Sisk de NBC Chicago. “No hay forma de que saliera con ese tipo de enojo. Tengo un punto que demostrar”.

Fue hace apenas tres semanas cuando Robertson recibió dos disparos. Las balas casi le cortaron el brazo y le partieron el colon.

Las autoridades acusaron del tiroteo a su vecino, John Shadbar, de 70 años. Se enfrenta a nueve cargos por delitos graves, incluido intento de asesinato en primer grado, posesión de un arma de fuego y un delito de odio.

Robertson es blanca, pero sus dos hijos son negros.

El tiroteo ocurrió cuando su hijo menor, de apenas 8 años, estaba afuera jugando con un amigo.

"Escuché a él [Shadbar] gritar la palabra n y cosas así", recordó Robertson. “Él seguía diciendo que habría gente muerta y que él iba a matar, y yo escuché eso y pensé en llevar a los niños a la casa”.

Fue a confrontar a su vecino por los insultos y amenazas cuando dijo que él le disparó.

"Me miró fijamente a los ojos cuando me disparó", dijo. "Eso es malo. Eso es odio".

Robertson dijo que ella y sus hijos han sido objeto de incesantes amenazas e insultos por parte de su vecino desde que se mudaron a su casa hace 10 años. La familia le dijo a NBC Chicago que Shadbar solía disparar su arma en su jardín y también arrojaba fuegos artificiales a través de la cerca entre las dos casas.

Robertson dijo que llamó a la policía antes y, aunque se presentaron en su casa, desearía que se hubiera hecho más.

“Estoy triste por él. Que ha sido tan negativo, malvado y enojado", dijo.

"Ves cosas como ésta en los titulares, las pasas por alto y no lo piensas dos veces, pero cuando te sucede es un sentimiento totalmente diferente", dijo su hijo mayor, Mikeal Johnson, de 21 años.

Robertson pasó ocho días conectado a un ventilador y se sometió a varias cirugías. Tres semanas después, está de regreso en casa con sus hijos, con algunas heridas de batalla y una sonrisa, compartiendo un mensaje.

"Todo lo que estás haciendo es fortalecer a la gente", dijo. "Porque eso es repugnante y nunca ganará".

Un juez denegó a Shadbar la libertad previa al juicio a principios de este mes. La familia de Robertson organizó una recaudación de fondos en línea para sus gastos de recuperación.

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