La crisis de migrantes en la ciudad de Chicago continúa tanto así, que el alcalde Brandon Jonhson visitará la frontera sur junto a una delegación.
“Iremos a la frontera para que todos sepan que estamos comprometidos, que estamos dando todos nuestros esfuerzos”, dijo.
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Agregó que los camiones están llegando diariamente y a cualquier hora del día lo que está agotando los recursos de la ciudad.
En el aeropuerto de O’Hare, aumentó el número de los que buscan asilo, de 300 que albergaban hace una par de semanas, a más de 700 en las últimos días.
Uno de ellos es Dotmary Florez una madre venezolana que espera su primer hijo y nunca se imaginó las condiciones en las que está Chicago.
“No son las que uno esperaba, pero bueno, creyendo en Dios que todo mejore, uno tiene niños es bastante preocupante”, dijo.
“Las personas nos han ayudado, nos han recibido bien, nos están ayudando con comida, agua y el techo que es lo más importante”, dijo Jordan Oswaldo, migrante ecuatoriano.
Sin embargo, esta inversión económica ha creado fricciones entre activistas y residentes de la ciudad, quienes radicaron una acción legal en contra del alcalde, la ciudad de Chicago y las escuelas públicas. Alegan que se están gastando los recursos de la comunidad para asistir a los recién llegados.
“Queremos hacer énfasis que no es en contra de los inmigrantes, pero no pueden quitarle recursos del área de South Shore y dárselos a gente que vienen de otros países, cuando esta comunidad tiene sus propios problemas”, dijo el activista Raúl Montes.
Hasta la fecha el estado de Illinois ha invertido $328 millones en la crisis migratoria y designó más de $40 millones para continuar enfrentando la crisis.
Las condiciones en el aeropuerto no son muy diferentes en las que se viven en las estaciones de policía. las personas están durmiendo en el suelo y también toman duchas día de por medio.
