DOWNERS GROVE - Una mujer ha sido acusada de un crimen de odio después de que se ocurriera un incidente durante el fin de semana en un Panera Bread de los suburbios de Chicago en el que estuvo involucrado un hombre que llevaba una sudadera con la palabra "Palestina" escrita en ella, dijeron las autoridades.
El disturbio ocurrió poco antes del mediodía del sábado en un restaurante Panera Bread en Downers Grove, ubicado en 7361 Lemont Road, dijeron las autoridades.
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La mujer, identificada como Alexandra Szustakiewicz, de 64 años, supuestamente confrontó y gritó improperios a un hombre debido a su sudadera, según el fiscal estatal del condado de DuPage, Robert Berlin, y el jefe de policía de Downers Grove, Michael DeVries.
Szustakiewicz también está acusada de golpear un teléfono celular fuera de las manos de una mujer que estaba con el hombre y quien comenzó a grabar el encuentro.
"Soy un estadounidense de nacimiento y crianza quien invitó a su esposa a almorzar. No pude hacerlo simplemente porque soy palestino", dijo el hombre de la sudadera, identificado como Waseem, a la Oficina de Chicago del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas, un grupo de defensa de los musulmanes, en una declaración.
En las imágenes publicadas en las redes sociales, se puede ver a una mujer en un intercambio físico con un hombre con una sudadera con la palabra "Palestina", a quien se le escucha decirle a la mujer que se detenga mientras la empuja lejos de su esposa. Szustakiewicz amenaza con llamar a la policía y se le puede ver pidiendo a los empleados de Panera que lo hagan. Sin embargo, el comienzo del intercambio no fue captado por la cámara.
CAIR señaló que la mujer que grabó las imágenes está embarazada y dijo en un comunicado que el odio "no puede y no tendrá un hogar aquí".
Szustakiewicz fue acusada de dos cargos de crimen de odio y un cargo de delito menor de alteración del orden público, dijo la oficina del fiscal del estado. Fue detenida al día siguiente del incidente.
“Todos los miembros de la sociedad, independientemente de su raza, religión, orientación sexual o cualquier otra característica individual, merecen ser tratados con respeto y civilidad”, afirmó Berlin en un comunicado. “Este tipo de comportamiento y los prejuicios que lo acompañan no tienen cabida en una sociedad civilizada y mi oficina está preparada para presentar los cargos correspondientes en tales casos”.