CHICAGO - El futuro de Chicago como una ciudad santuario, cuya designación brinda ciertas protecciones a la comunidad inmigrante, se decidió el miércoles en el Concilio Municipal.
La propuesta de enmendar la ordenanza de ciudad santuario ha causado mucha controversia desde que fue presentada por la concejal Silvana Tabares y el concejal Raymond López.
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Ellos quieren cambiar la ordenanza para que el gobierno local pueda cooperar con agentes de inmigración en ciertos casos.
Actualmente, la ordenanza que fue establecida con el fin de proteger a la comunidad inmigrante de Chicago de posibles redadas y deportaciones e impide que el departamento de policía de Chicago colabore con ICE.
Sin embargo, si esta propuesta llega a ser aprobada hoy miércoles, les permitiría hacerlo si algún inmigrante es convicto de algún delito grave o arrestado por ciertos crímenes relacionados con pandillas, drogas, prostitución, delitos sexuales entre otros.
La organizacion Raise The Floor Alliance condena esta propuesta diciendo en parte lo siguiente.
“Este enfoque socava la confianza pública, pone en peligro a los trabajadores con salarios bajos y convierte a los inmigrantes en chivos expiatorios, al tiempo que alienta a los empleadores a cometer abusos laborales con impunidad”.
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El día de hoy, el Concilio Municipal también votará sobre si se debe reducir el límite de velocidad oficial de la ciudad de 30 millas por hora a 25.
Según el Comité de Seguridad Vial y de Peatones, que recomendó el plan, el objetivo es reducir la velocidad y disminuir el número de accidentes y de las muertes de peatones en la ciudad.