El sótano de una iglesia en La Villita se ha convertido en una escuela de boxeo, que además de enseñarle a los estudiantes sobre este deporte, los miembros han aprendido sobre la disciplina necesaria para todos los ámbitos de la vida.
Chicago Youth Boxing Club forma parte de una organización sin fines de lucro que ha estado en la Villita desde el 2006, con el propósito de mejorar el desarrollo juvenil a base del deporte.
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“No es nada fácil porque para mover las manos uno tiene que aprenderlo de memoria y tener mucha fuerza en las muñecas y sus brazos”, dijo Joslin Matheo Ruiz, miembro de Chicago Youth Boxing Club.
A su corta edad, Ruiz conoce la disciplina y dedicación que requiere el boxeo. Al salir de clases él llega al Chicago Youth Boxing Club localizado en el La Villita, se pone los guantes y comienza a entrenar.
“Trabajando muy duro los sueños se pueden cumplir, pero si uno lo sueña y cree que alguien se los va a dar eso no va a pasar uno tienen que trabajar mucho para lograrlo”, dijo.
El director del centro, Noah Pickens señala: “Hemos estado aquí todos estos años y somos conocidos como un lugar donde jóvenes puedes estar aquí seguros y sentir que pertenecen.”
Para algunos miembros de este gimnasio el cambio puede ser físico y para otros mental.
“Hay muchos que viene y no se comportan bien y el boxeo les ayuda con la disciplina”, dijo Raúl Alcalá, entrenador.
La organización tiene como objetivo proporcionar a los niños una plataforma para ampliar la disciplina y también apoyar en sus actividades académicas.
Por esta razón se creó el salón académico “Si se puede”, un espacio que les permite acudir al centro a sus tareas, buscar apoyo en lectura, escritura o matemáticas. De igual manera es un lugar al que pueden acudir si necesitan ayuda para llenar una solicitud para la universidad, escuela de oficios o solicitudes de empleo.
“Nuestra motivación aquí en el gimnasio es tratar de apoyar a los estudiantes en cualquier aspecto de sus vidas. Si es académica, física o mental, queremos que nuestros jóvenes estén de la mejor manera que puedan”, comentóAlexis Uribe, coordinador de compromiso comunitario “Si se puede”.
Para los miembros de este gimnasio venir aquí representa mucho más que la oportunidad de practicar un deporte como el boxeo, significa formar parte de una familia aún más grande.
“Realmente te hacen sentir como en tu casa aquí, te hacen sentir muy cómoda”, dijo Yoselyn Reyes Cervantes, miembro del club.
Yoselyn de 19 años cuenta que nunca antes había practicado algún tipo de deporte y desde que llegó a la ciudad hace casi tres años el boxeo le permitió mejorar su salud y condición física. Para ella se ha convertido en una forma de empoderamiento.
“Ahora soy más segura, más confiada, me animo hacer cosas nuevas e intentar otras actividades físicas, otros deportes”, dijo la joven.
Otros miembros también se han beneficiado en diferentes aspectos. “Más que nada te ayuda sacar todo el estrés que llevas”, comentó Leonel Reyes Cervantes, miembro del club.
Pero para personas como Daniel, el boxeo es mucho más que un deporte. Tiene la esperanza de que se convierta en una profesión. “Llegar a un punto donde tengo tantas peleas que estoy listo para subir y llegar a un nivel profesional del boxeo pues quiero boxear”, dijo Daniel López, miembro de Chicago Youth Boxing Club.
Con cada golpe, cada salto de la cuerda y cada vez que se meten al ring van aprendiendo que la capacidad que tienen es mucho más de lo que se imaginan y que sus metas se pueden lograr siempre.
“Trabajen muy duro y no se den por vencidos al primer intento. Síganlo intentando hasta hacerlo bien”, resumió Ruiz.
