MIGRANTES EN CHICAGO

Chicago: una migrante venezolana se gana la vida en medio de la autopista Stevenson

 Isabella Rodríguez ofrece sus productos , exponiéndose a los ruidos, olores y velocidades de los carros.

Telemundo

Isabella Rodríguez llegó de Venezuela hace un año y dice que pese a tener permiso de trabajo no consigue empleo, por lo que decidió trabajar vendiendo en las calles.

Trabajar en medio de los carros es la forma que algunos  migrantes buscan salir adelante.

Una migrante venezolana ha convertido una salida de la autopista Stevenson  en su lugar de trabajo.

Isabella Rodríguez, una mujer de Venezuela que llegó hace un año a Chicago y aunque ya tiene permiso de trabajo, no ha logrado encontrar algo estable, por lo que decidió salir a la calle a buscar otra forma de ganarse la vida.

“Si no consigo trabajo bueno, lo que sea, lo que Dios quiera”, dijo.

Aunque le toque correr peligro y trabajar en medio de los carros.

“Sí, a mí me da miedo, a veces me meto por el medio, pero qué se puede hacer”, indicó.

Desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde, esta madre de familia camina en medio de las avenidas, justo a una de las salidas más concurridas de la autopista Stevenson en Chicago. Ella ofrece sus productos , exponiéndose a los ruidos, olores y velocidades de los carros.

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"Sí, muy fuerte, a veces los camiones quieren llevarse por delante a uno, pero no puedo hacer nada porque yo vine con una meta de trabajar de superarme”, señaló.

Pero no solamente enfrenta el peligro de los carros y camiones, también de aquellos clientes que buscan aprovecharse de los migrantes.

“Un muchacho llegó y me dijo que le vendiera un Gatorade y luego me dijo que fuera a fumar con él”, relató.

En esta misma salida se ubican dos personas más, una de ella es una madre que llegó de Ecuador, y que prefirió no hablar ante nuestras cámaras. Al igual que Chavela, sale a buscar el pan de cada día.  

“Me da cosita verla con ese bebé en las costillas ahí, no puedo no puedo, no puedo, ayer vino la policía a decirle que se tenía que retirar con ese bebé, pero regresó hoy y le dije que si no le daba miedo de que se lo fueran a quitar, y  ella dice que no, porque ella necesita, y es verdad”, dijo.

Y aunque representan competencia a la hora de vender sus productos, Chavela no se molesta porque entiende que así como ella hay muchos, buscándose honradamente un trabajo que los ayude a salir adelante.

“No quiero, no quiero, no quiero devolverme a Venezuela, quiero que mi hijo estudie aquí y quiero ser mejor aquí”, subrayó.

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