Un hombre aceptó un acuerdo de culpabilidad el lunes por su rol en el encubrimiento del asesinato de Marlén Ochoa-López, cuyo bebé fue cortado de su útero en abril de 2019 por una mujer del suroeste de Chicago que quería reclamarlo como propio.
Piotr Bobak, de 44 años, aceptó una declaración de culpabilidad de 4 años por un cargo reducido de obstrucción de la justicia. Inicialmente fue acusado de encubrir un homicidio y obstruir la justicia.
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Las dos mujeres acusadas en el caso, la entonces novia de Bobak, Clarisa Figueroa, y su hija, Desirée Figueroa, aún tienen casos pendientes.
La jueza Peggy Chimpas señaló que Bobak ya cumplió un poco más de tres años y medio en la cárcel del condado Cook, por lo que podría ser liberado en menos de seis meses. Después de que sea puesto en libertad, cumplirá la libertad supervisada, o libertad condicional, durante 6 meses.
Los fiscales han dicho que Bobak limpió la escena del crimen y afirmó que el bebé era su hijo en un intento por obtener donaciones caritativas.
Clarisa Figueroa y su hija Desirée Figueroa están acusadas de estrangular a Ochoa-López, de 19 años, y extirpar a su hijo por nacer. El bebé, Yovanny Jadiel López, murió meses después, en junio de 2019.
Conforme a los fiscales, el presunto complot de Clarisa Figueroa comenzó a finales de 2018 cuando afirmó estar embarazada. Publicó imágenes de ultrasonidos en línea, aunque en realidad no esperaba un bebé.
La farsa llegó a su terrible conclusión en abril de 2019 cuando, con la ayuda de su hija de 24 años, atrajo a Ochoa-López a su casa en el vecindario de Scottsdale, la estranguló y cortó a su bebé del útero.
Margen Ochoa-López había estado respondiendo a un anuncio de Facebook de ropa de bebé gratis, según los fiscales.
Clarisa Figueroa y Desirée Figueroa se han declarado no culpables de una acusación de 27 cargos que incluye cargos de asesinato en primer grado, secuestro agravado, agresión agravada de un niño y desmembramiento de un cuerpo.