El gigante de las tiendas de conveniencia 7-Eleven anunció que tiene más de 400 tiendas "de bajo rendimiento" en Norteamérica, y la noticia fue dada a conocer por el director ejecutivo de la compañía en una conferencia telefónica sobre ganancias la semana pasada.
La cadena citó la inflación, el menor tráfico en las tiendas y las menores ventas de cigarrillos, así como un cambio en lo que buscan los consumidores como los culpables de los cierres.
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Según NPR, la empresa matriz de la cadena vio una disminución del tráfico del 7.3% en agosto, atribuyendo el cambio a que los clientes de bajos ingresos adoptan "un enfoque más prudente hacia el consumo".
Los cierres afectarán al 3% del total actual de la cadena en Estados Unidos y Canadá, que supera las 13,000 tiendas.
En respuesta a los hábitos cambiantes de los consumidores, la cadena planea ofrecer más alimentos frescos y bebidas especiales, al mismo tiempo que cambia el enfoque para invertir en ubicaciones de mayor demanda.
Actualmente se desconoce qué ubicaciones se verán afectadas por los cierres, y la cadena también le dijo a NPR que la apertura de nuevas tiendas en ubicaciones de alta demanda también sigue siendo una posibilidad.
