
WASHINGTON DC - El médico de la Casa Blanca publicó este domingo el resultado del último examen físico anual del presidente Trump.
Qué dice el reporte
“El presidente Trump se mantiene en excelente estado de salud, mostrando una función cardíaca, pulmonar, neurológica y física general robusta. Su estilo de vida activo continúa contribuyendo significativamente a su bienestar. Sus días incluyen la participación en múltiples reuniones, apariciones públicas, disponibilidad para la prensa y frecuentes victorias en torneos de golf. El presidente Trump exhibe una excelente salud cognitiva y física y está en plena forma para ejercer las funciones de Comandante en Jefe y Jefe de Estado”.
El médico también señaló que el presidente Trump tiene una función cardíaca normal y no presenta anomalías en su estado mental.
El médico también dijo que Trump tiene una cicatriz en la oreja derecha del primer intento de asesinato.
Memorando de La Casa Blanca

La Casa Blanca
Examen físico a Trump publicado en 2020
Un examen físico se realizó en abril y noviembre de 2019, cuando Trump realizó un viaje sorpresa al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. Es inusual que un presidente complete su examen físico en varias etapas, y el memorando no describía por qué los dos exámenes se realizaron con seis meses de diferencia.
El memorando publicó indicadores básicos de salud, como la frecuencia cardíaca en reposo, los niveles de colesterol y la presión arterial de Trump. El peso del presidente era casi el mismo que en su último examen físico, subiendo una libra hasta 244 libras, a pesar de la recomendación de su médico en 2018 de que bajara de peso.
Con base en su altura y peso actuales, Trump se considera obeso, según la calculadora de índice de masa corporal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El memorando mencionaba el uso de hidroxicloroquina por parte de Trump, que, según Conley, se administró como medida preventiva después de que dos empleados de la Casa Blanca fueran diagnosticados con COVID-19. Conley indicó que el presidente fue monitoreado con un electrocardiograma para detectar posibles daños cardíacos, un posible efecto secundario.