WASHINGTON - Jacob Chansley, un hombre de Arizona cuya apariencia con la cara pintada y cuernos de bisonte se convirtió en un ícono del mortal asalto al Capitolio el 6 de enero, dijo que no es peligroso y pidió ser liberado.
Al Watkins, el abogado de Chansley, dijo por medio de una petición hecha el martes a una corte del Distrito de Columbia que su cliente está sufriendo problemas del tracto digestivo debido a la comida de la cárcel y que la punta de la lanza que Chansley portaba el día de los disturbios era simplemente un “ornamento”.
Chansley, de 33 años, fue arrestado el 9 de enero en Arizona y permanece detenido en una cárcel de Alexandria, Virginia. El hombre se declaró no culpable de cargos federales de desobediencia civil y bloquear un procedimiento oficial, además de otros cuatro cargos de menor cuantía.
En las semanas que lleva preso, Chansley hizo huelga de hambre dos veces hasta que se le otorgó comida orgánica por “motivos religiosos”, ya que el hombre es un autoproclamado chamán miembro del grupo de ultraderecha Qanon.
La Fiscalía del Distrito de Columbia se negó a hablar sobre el pedido de excarcelación de Chansley, y un juez de Washington DC tiene pautada una audiencia el 5 de marzo para analizar el pedido del detenido.
Cinco personas murieron y cientos fueron arrestados tras los disturbios violentos en el Capitolio federal, el mismo día en que el Congreso debía ratificar la victoria electoral de Joe Biden y minutos después de que el expresidente Donald Trump alentara a sus seguidores a marchar hacia la sede del Congreso a “pelear como demonios”.