MIAMI - Carlos De Oliveira, el administrador de Mar-a-Lago, la mansión y club social en Florida de Donald Trump, se declaró este martes no culpable de los cargos que afronta por presuntamente ayudar al expresidente a ocultar papeles clasificados tras dejar la Casa Blanca.
De Oliveira se presentó junto a su abogado en una corte federal en Fort Pierce, unas 130 millas al norte de Miami, donde estaba programada la lectura de cargos en su contra y a su salida no hizo declaraciones a los reporteros.
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Durante la breve audiencia, el administrador de Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Palm Beach, respondió de forma escueta a las preguntas de la magistrada federal Shaniek Mills Maynard, según informa la cadena CBS News.
Los cargos que afronta De Oliveira incluyen declaraciones falsas, conspiración para obstruir a la Justicia y alterar, destruir, mutilar u ocultar documentos de manera corrupta.
Entre otras cosas, al administrador de Mar-a-Lago se le acusa de intentar borrar imágenes de las cámaras de seguridad de la mansión de Trump que eran requeridas por los investigadores del caso.
En la acusación que lleva el fiscal especial Jack Smith por el mal manejo de papeles oficiales, entre ellos un centenar de documentos clasificados, figuran también Trump y su asistente personal Waltine Nauta, quienes se han declarado no culpables de los cargos que afrontan.
La lectura de cargos a De Oliveira, que está en libertad bajo fianza, se había aplazado para hoy en vista de que no contaba aún con un abogado local que lo represente, como exige la ley de Florida.
Su declaración la presentó a través de su abogado Donnie Murrell, con oficinas en West Palm Beach.
El pasado 27 de julio el fiscal especial Jack Smith imputó a De Oliveira y agregó nuevos cargos a los expedientes de Trump y Nauta.
Los nuevos cargos contra Trump son uno por "retención deliberada de información de defensa nacional" y dos cargos adicionales de "obstrucción", relacionados con presuntos intentos de eliminar imágenes de vídeo de vigilancia en el verano de 2022.
Los primeros 37 cargos penales están relacionados con negarse repetidamente a devolver cientos de documentos con información clasificada, desde secretos nucleares hasta las capacidades de defensa de EEUU, y tratar de distintas maneras de frustrar los esfuerzos del gobierno para recuperar los documentos.
Está previsto que este juicio, el cuarto que afronta el exmandatario, comience en mayo próximo en un tribunal de Fort Pierce y sea llevado por la jueza federal Aileen Cannon.
La comparecencia de De Oliveira se da un día después de que un gran jurado de Georgia imputara al expresidente y otras 18 personas por intentar manipular los resultados de las elecciones de 2020 en ese estado, donde el demócrata Joe Biden ganó por un estrecho margen.
Según el documento de acusación, resultado de dos años de investigaciones de la fiscal Fani Willis, el expresidente se enfrenta a 13 cargos, entre ellos el de violar la ley contra organizaciones corruptas de Georgia que, de confirmarse, requiere que se sirva una condena en prisión.
Entre los imputados junto al exmandatario se encuentran su exabogado personal y exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani y su exjefe de Gabinete Mark Meadows.