Como parte de su línea que celebra a las mujeres más icónicas de la sociedad, Mattel anunció una nueva muñeca en homenaje a la cantante Celia Cruz, en un esfuerzo para inspirar a las niñas para cumplir sus sueños.
En su sitio de internet, Mattel describe a Celia como una estrella que llevó adelante una carrera de más de medio siglo en la música del Caribe con clase y distinción. “Su voz poderosa y su ritmo electrizante le hizo merecedora de más de 100 reconocimientos mundiales, álbumes de oro y platino, tres premios Grammy, cuatro Latin Grammy y tres doctorados honorarios.
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QUIÉN FUE CELIA CRUZ
Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz nació el 21 de octubre de 1925 en el barrio de Santos Suárez en La Habana, Cuba. Desde niña estudio en el Conservatorio Nacional de La Habana, pero su primera oportunidad importante surgió cuando sustituyó a la puertorriqueña Myrta Silva como voz principal de la Sonora Matancera en la década de los 50.
Tras 15 años con la orquesta y en medio del cambio político que marcó el ascenso al poder de la dictadura castrista en la isla, Celia se radicó en México en 1960 e inició un exilio sin fin, pues murió sin volver a La Habana aunque llegó a pisar suelo de la isla en una visita a la base militar de Estados Unidos en Guantánamo.
En 1966 da un salto en su carrera al viajar a Nueva York y unirse a Tito Puente, con lo que amplió el alcance de su talento y en 1973 graba su primer tema con la Fania e inicia el tránsito hacia la salsa. Fue ella, además la única voz femenina de la Fania All Stars, que recogía a los cantantes y músicos de mayor renombre en el género para la época.
UNA VOZ MUNDIAL
Tras hacer historia con la Fania y dominar los gustos del Caribe bailador, Celia se unió en grabaciones de otros géneros en los que comparte con artistas como David Byrne, Wyclef Jean, Dionne Wawirck, Patti Labelle y Los Fabulosos Cadillacs, entre otros.
Aquejada de un cáncer a inicios de la década del 2000, logró el éxito nuevamente con canciones como “La negra tiene tumbao", “Sobreviviré” y “La vida es un carnaval”, esta última seleccionada entre las 500 mejores canciones de la historia por la revista Rolling Stone.
Celia murió el 16 de julio de 2003, a los 78 años en su casa de Fort Lee, Nueva Jersey. Su extensa discografía, los reconocimientos que mereció y su grito de “Azúcar” persisten como epitafio de una carrera que llevó la música caribeña por todo el mundo.